martes, 10 de junio de 2008

QUE 30 AÑOS NO ES NADA (un día de junio de 1978)




Me levanto temprano (6.00 am), prendo la radio para despejar la molicie, pero es una tarea difícil, las ondas de radio Reloj trasmiten la aburrida voz de un locutor autómata que repite circularmente las noticias pero brinda la hora cada minuto con un clock mortecino de fondo. Me aseo y visto el uniforme único color gris rata. Recojo la botella que nuestro buen amigo el lechero deja cada mañana en la puerta de la casa junto con la bolsa de pan y el periódico. Me sirvo un vaso de leche y le aplico un poco de mantequilla al pan tolete y la zurrapa de mermelada que queda en el vaso que pronto utilizaremos en la mesa.


Salgo raudo a tomar el bussing 59B que me lleva al colegio que queda en Monterrico. El viaje de Jesús María al colegio demora una hora por lo que debo subir al que pasa a las 6.35 am y caminar el kilómetro que hay desde el paradero final para llegar antes de las 7.50 am. Por suerte, a esa hora, el bussing es abordado casi en su integridad por escolares, la mayoría de mi colegio, pero también por chicas del San Marcos, alumnos del Santa María y sobre todo, por las estudiantes de la Normal de Mujeres. Espero con ansiedad el paradero del colegio Belén en San Isidro donde sube
ella sube. Se llama Claudia y estudia el primer año de la Normal. Me ubico de tal forma que descubra mi presencia y ocurre la magia de todos los días: élla me sonríe y muestra esos hermosos ojos verdes que me derriten. Nos miramos permanentemente hasta que uno baja la mirada. En eso consiste nuestra relación pero yo la disfruto. Un día de estos me armaré de valor y le hablaré nuevamente.


Hoy es un día diferente y en el colegio no se conversa de otra cosa que del partido que jugará esta tarde Perú con Holanda por el mundial de Argentina 78. El sábado pasado, contra todos los pronósticos, Perú le ganó 3-1 a Escocia, con 2 golazos de Cubillas y un penal atajado por Quiroga y hoy nos toca jugar con la naranja mecánica que, aunque ya no cuenta con Cruyff, sigue practicando ese fútbol total que revolucionó el mundial anterior. El colegio acorde con la fiebre mundialista ha adelantado una hora la salida para que todos podamos ver el partido. Se organizan grupos para caer a la casa de los pocos afortunados que tienen televisor a color. Vamos cinco galifardos a la casa del flaco Angulo en San Antonio y como su madre es un ángel nos recibe con un suculento almuerzo. Era la primera vez que miraba un programa a color y se siente la diferencia. El resultado es un honroso empate sin goles que deja a Perú casi clasificado a la segunda ronda ya que el domingo jugamos con Irán y es impensable perder con los árabes.


La euforia es grande, se escuchan los primeros bocinazos de celebración. Nos trasladamos por la avenida Benavides al parque central de Miraflores que es el epicentro del festejo. Caravanas de cientos de vehículos cargados de familias que con ollas y cucharones en mano, pitos y gritos destemplados vivan por el histórico empate frente a los actuales subcampeones del mundo. Una pareja de hippies aprovecha el colmado escenario y practica el streaking para benepláctito de los adolescentes presentes. Son rápidamente alcanzados por la policía y detenidos. La gente reclama, se oye el clamor popular pidiendo indulgencia y los dos policías ante la presión de una masa mayoritariamente blancona aflojan sin hesitar ante la algarabía de los presentes. Los celebrantes se engorilan y se escuchan los cánticos contra la dictadura militar. “Y va caer, y va caer, la dictadura va a caer” y otros más ad hoc con la efemérides gritan: “Quiroga Presidente, Morales (Bermúdez) su suplente”.


Las luces se encienden y es el aviso de regreso, no sin antes juntar unas monedas para ir a comer una hamburguesa con hartas salsas en La Casita. El gordo Aguayo no se contenta con una y me invita una salchipapa de colección. Se hace tarde, son las 8 de la noche y hay que correr para agarrar la última 59A que nos deja cerca de casa, además a esa hora repiten el partido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me a emocionado recordar los busing, las salsas de la casita, la tv a color y muchas cosas mas. sigue contandono historias de ese tipo. lo que no me gusta del blog es el nombre es muy fuerte.

César L. dijo...

Qué hermosos tiempos , recuerdo más claramente el Perú-Escocia abrazándome con mi viejita , mi tía y mis primos en cada golazo peruano.
Obviamente en TV a B/N porque uno a color era un lujo de los pocos pudientes en Tacna