lunes, 29 de junio de 2009

Que se bailen otra cueca (Parte 1)


Hay un tema y sentimiento al cual los peruanos nacemos impregnados y es la visión y relación con nuestros vecinos del sur. La primera persona que me instruyó en la materia fue mi madre contándome, desde su experiencia pedagógica, ilustradas historias de la guerra del Pacífico en las que narraba con detalles la sevicia con la que actuaron los soldados chilenos matando niños, ultrajando mujeres, torturando a nuestros soldados, destrozando y quemando todo vestigio de nuestra acervo cultural y apropiándose hasta del último de nuestros tesoros, monumentos y reservas. Los abuelos y tíos también solían contarnos su versión de esa parte de la historia. Los que coincidimos siendo niños o adolescentes con el centenario de la guerra con Chile no podíamos admitir otro héroe que no sea el Almirante Miguel Grau Seminario quien comandó a la flota nacional ante el abrumador poderío de nuestros ocasionales enemigos a quienes jaqueó hasta su inmolación al mando del monitor Huáscar en el combate de Angamos. Cómo no sentir admiración por tamaño personaje que tuvo la grandeza de enviar a la viuda del Capitán Arturo Prat sus pertenencias y una carta personal (1) en la que enaltecía el valor de su rival, gesto que propició que los propios chilenos lo denominaran “el Caballero de los mares”. Posteriormente, fueron los maestros quienes a lo largo de nuestra vida escolar se encargaron de recrear la historia del país con los mismos ribetes dramáticos que ya nos habían transmitido padres, abuelos y demás parientes en lo que correspondía a los sucesos de la guerra del Pacífico. En conclusión, crecimos convencidos que los chilenos eran malos, abusivos y nuestros jurados enemigos de toda la vida.

Por esas cosas del destino en plena efervescencia de las dictaduras militares en Latinoamérica coincidió que los gobiernos militares tanto de Perú como de Chile fuesen comandados por militares que representaban doctrinas y pensamientos políticos absolutamente antagónicos. Mientras que el gobierno peruano bajo el mando del General Juan Velasco Alvarado vigente desde que derrocó al presidente constitucional Fernando Belaúnde Terry en octubre de 1968 enarbolaba las banderas del socialismo y era más próximo a Rusia, Cuba, China,
y los países de Europa del este; los chilenos eran gobernados por el General Augusto Pinochet Ugarte quien derrocó al presidente constitucional de Chile el socialista Salvador Allende Gossens en setiembre de 1973 y era un acérrimo representante del capitalismo liberal y por ende, cercano a los Estados Unidos y a los países más fuertes de Europa.

Los procesos de ambos gobiernos fueron a todas luces diferentes y sus resultados diametralmente opuestos. El gobierno de Pinochet fue desde el principio sangriento y cruel con sus rivales políticos. No sólo bombardeó el Palacio de la Moneda para forzar el rendimiento del presidente Allende sino que ejecutó en el estadio nacional de Santiago a buena parte de los principales dirigentes socialistas, simpatizantes y activistas, siendo una de las muertes más recordadas la del cantautor popular Víctor Jara quien fue torturado y muerto de 44 impactos de bala. Esa política de terror continuó los años siguientes hasta que el gobierno militar redujo al movimiento socialista a su mínima expresión y cuyo costo humano fue de 2,100 muertos, 1,100 desaparecidos y aproximadamente 700 mil exiliados. Pinochet con el apoyo mayoritario del país y sobre todo de la clase política y empresarial chilena, aplicó una política económica conducida inicialmente por los “Chicago Boys” y continuada por Hernán Buchi, que dejó sentadas las bases de un país saneado económicamente, potencialmente exportador, con un crecimiento inusual en la región, abierto a la inversión extranjera, y a punto de sumarse al primer mundo al momento del retiro del poder por parte de Pinochet. Un milagro económico con un costo social muy alto.

En el caso peruano, las principales acciones del gobierno revolucionario de las fuerzas armadas se dieron en el terreno social siendo la reforma agraria la más controvertida y recordada de sus medidas(2) en la que se expropiaron las grandes haciendas para entregarlas a los campesinos y trabajadores organizados en cooperativas। En el campo económico el gobierno de Velasco expropió y estatizó las empresas relacionadas a los principales sectores productivos del país (petróleo, pesca, minería, industria) lo que llevó al país a una profunda crisis económica y social caracterizada por la escasez y el racionamiento de los alimentos básicos y la caída de la producción a niveles paupérrimos. Por otra parte, se creó un mecanismo de control de la organización popular (Sinamos: Sistema Nacional de Movilización Social) y a la vez se desarrolló una política de mordaza y expropiación de los medios de comunicación, los mismos que fueron manejados por la dictadura y entregados a los trabajadores. No obstante,
el mismo gobierno creó, a pesar y contra las reformas, nuevos espacios de lucha política con agentes sociales vitalizados por las mismas y generadores de acciones de masas nunca antes visto en la historia peruana (3)
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1)
El texto de la carta de Miguel Grau a Doña Carmela Carvajal viuda de Prat fue el siguiente: Dignísima señora: Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a usted y siento profundamente que esta carta, por las luchas que va a rememorar, contribuya a aumentar el dolor que hoy, justamente, debe dominarla. En el combate naval del 2१) próximo pasado, que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso esposo, el Capitán de Fragata don Arturo Prat, Comandante de la "Esmeralda", fue, como usted no lo ignorará ya, víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su Patria। Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso deber de enviarle las, para usted, inestimables prendas que se encontraron en su poder y que son las que figuran en la lista adjunta. Ellas le servirán indudablemente de algún pequeño consuelo en medio de su gran desgracia, y para eso me he anticipado a remitírselas. Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro, señora, la oportunidad para ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetos con que me suscribo de usted, señora, muy afectísimo seguro servidor. Miguel Grau

2) El 24 de junio de 1969 al promulgar la Ley de Reforma Agraria, Velasco dejó la siguiente frase para la historia: “Campesino tu patrón ya no comerá más tu pobreza”.

3) Artículo de Fernando Tuesta Soldevilla en diario El Peruano, 05 de noviembre de 1998.


Persiste en la memoria y creencia colectiva del país la obsesión de Velasco centrada en medir fuerzas con el potencial militar chileno. No es un secreto para nadie que el Perú durante la primera fase del gobierno militar correspondiente al mandato de Velasco llegó a consolidar, con el apoyo de Rusia, el poderío de nuestras fuerzas armadas llegando a constituirse como una de las más fuertes de la región (hasta ahora se recuerdan aquellas impresionantes paradas militares de corte soviético en fiestas patrias y en las que Velasco mostraba sin tapujos el inmenso poderío de nuestras fuerzas armadas). Incluso pensamos hasta estos días que Velasco fue derrocado por el General Francisco Morales Bermúdez Cerruti, quien se rebeló el 29 de agosto de 1975 (y gobernó el Perú hasta 1980 en que se retomó el régimen democrático) en la ciudad de Tacna cuando todo hacía presumir que las fuerzas armadas peruanas estaban movilizadas al sur de su territorio con la intención de iniciar un conflicto armado con nuestros vecinos del sur. Otro aspecto que exacerbó la relación entre Pinochet y Velasco fue la cercanía ideológica y política que mantuvo éste con el gobierno socialista de Chile y su particular relación con Salvador Allende.

Sin embargo, el periodista e internacionalista chileno José Rodriguez Elizondo(4) en su revelador libro “Chile-Perú: los años que vivimos en peligro”, establece que, contrariamente a lo que se pensaba, fue el gobierno de Pinochet el que estuvo a punto de iniciar una guerra de agresión "preventiva" contra el Perú en los años 1974 y 1976(5). Esta información ha sido reconfirmada en el documento desclasificado del Departamento de Estado, que fuera encontrado en la Biblioteca Gerald Ford por el periodista norteamericano John Dinges. En este documento se transcribe literalmente el diálogo sostenido por Pinochet con el Secretario de Estado de USA, Henry Kissinger, durante la asistencia del último a la Asamblea General de la OEA celebrada en la capital mapochina en el año 1976(6).


El gobierno de Morales Bermúdez enfrió las tensas relaciones diplomáticas de ambos países y de ahí para adelante sólo se recuerda el incidente de 1979 que involucró al suboficial de la FAP Julio Vargas Barayar quien fue acusado de espionaje para los chilenos y que es recordado como el último peruano que fuera fusilado.

Mientras que Chile presentaba en los 80s una economía boyante que era digna de admiración en el mundo, el Perú, ya en democracia, se revolcaba en una de sus más profundas crisis económicas y sociales debido a las pésimas gestiones de los presidentes Fernando Belaúnde Terry (1980-1985) y Alan García Pérez (1985-0990), quienes dejaron como legado al país una terrible hiperinflación que se sumaba a la presencia y actuación de grupos terroristas que asolaban el territorio. En Chile, Pinochet se somete a fines de 1988 a un plebiscito para continuar en el poder y el NO se impuso con un 56% de votos contra el 42% del SI, y al año siguiente, Patricio Aylwin Azócar es elegido como el primer presidente post Pinochet a quien le cupo conducir la etapa de transición a la democracia, en tanto que en el Perú iniciaba su gobierno Alberto Fujimori Fujimori, un outsider que vence en la elecciones generales al súper favorito de las encuestas y líder del liberalismo: el escritor Mario Vargas Llosa.

Los enfrentamientos con Chile se siguieron dando en el terreno político militar cuando en abril de 1982 estalla la guerra de las Islas Malvinas que enfrentó a la Argentina con el Reino Unido. El Perú respondiendo a sus vínculos de hermandad con la Argentina envió equipo y material bélico que incluyó, según se sabe, por lo menos 10 caza bombarderos Mirage completamente artillados, más allá de todas las demostraciones de solidaridad del pueblo peruano que sintió el conflicto como propio. Por su lado, Chile apoyó desde el principio con su fuerza aérea a la poderosa escuadra inglesa bajo el desarrollado principio que practican con rigurosidad los sureños:
"el enemigo de mi enemigo es mi amigo"(7). En 1995 durante el conflicto armado del Perú ante la invasión de Ecuador a territorio nacional en el río Cenepa, Chile entregó armamento a los ecuatorianos con una triangulación en la que intervinieron funcionarios del gobierno argentino de turno bajo del mando de Carlos Menen.

Los resultados económicos logrados en el primer gobierno de Alberto Fujimori convirtieron al Perú en un país económicamente saneado, insertado al circuito internacional y con un crecimiento anual sostenido, siendo fundamental la participación del ministro de economía Carlos Boloña Behr, joven economista amigo y seguidor de la línea liberal del chileno Hernán Buchi con quien escribió el libro “Boloña & Buchi: Los estrategas del cambio” . En el campo social, el primer gobierno de Fujimori logra capturar a los principales cabecillas de los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA y, prácticamente, desactivarlos. Sin embargo, en el terreno político, Fujimori se fue convirtiendo a raíz del autogolpe de 1992 en un presidente autoritario que condujo al Perú, a pesar de sus muchos logros, a una crisis institucional sin precedentes en el año 2000, razón que lo obligó a renunciar y refugiarse en Japón luego que se destapara el tristemente célebre video de Vladimiro Montesinos y Alberto Kouri.

La vinculación de Alberto Fujimori con Chile se da frente a dos hechos: i) la necesaria comparación con Augusto Pinochet como un dictador que ordenó la economía del país pero se zurró en las instituciones democráticas y leyes. No en vano a Fujimori lo llamaban “Chinochet” o el “Pinochet peruano” y ii) el proceso de extradición sancionado por la Corte Suprema de Chile que entregó al prófugo Alberto Fujimori(8) a la justicia peruana en el año 2007 para su procesamiento por denuncias de delitos de lesa humanidad y que culminaron con la condena (en primera instancia) a 30 años de prisión। Cabe señalar que durante la lucha contra el terrorismo del gobierno de Fujimori fueron detenidos y condenados por un tribunal militar cuatro ciudadanos chilenos militantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) a quienes les impusieron penas que fluctuaban de 15 a 30 años, ante el reclamo de algunas autoridades y organizaciones de derechos humanos de Chile.

Otro tema conflictivo con nuestros vecinos del sur fue el relacionado a la exportación de la reserva de gas natural boliviano de la zona suroriental de Tarija cuyos principales mercados serían los Estados Unidos y México. El presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada tomó la decisión de exportar vía Chile mientras que el Perú presentaba la propuesta de exportarlo por el puerto de Ilo. La población campesina boliviana saltó en defensa de sus recursos naturales y tras una serie de movilizaciones y marchas se forzó la renuncia de Sánchez de Lozada y años después el gobierno de Evo Morales decidió nacionalizar la industria gasífera y de hidrocarburos en general. Para Chile este fue un duro golpe en vista que sus reservas de gas natural son escasas y dependen básicamente de la importación de gas de Argentina, del que reciben 20 millones de metros cúbicos diarios. El Perú si bien terció en el tema como un asunto de importancia desde una visión estratégica y de integración, respira más tranquilo en vista a la gran reserva de gas natural de los yacimientos de Camisea, en Cusco, una de las más importantes del continente americano.

No obstante, el principal enfrentamiento entre peruanos y chilenos que se encuentra vigente se da en el terreno diplomático y del derecho internacional debido a la demanda planteada hace unos meses por el gobierno peruano ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya: “Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la República de Chile” en la que sostiene que la línea divisoria con Chile parte del punto en la orilla del mar denominado Concordia y que la frontera marítima con el país del sur debe ser fijada por una línea equidistante a las costas de los países y no paralela, ya que considera que esta delimitación actual le resta territorio marítimo solicitando a la Corte que “determine la frontera de acuerdo con el Derecho Internacional”. Por su parte, Chile alega que los límites marítimos bilaterales fueron fijados en tratados suscritos en la década de 1950, que según la posición oficial del Perú, sólo son acuerdos pesqueros. El proceso durará varios años y lo que está en litigio son aproximadamente 35,000km2 de territorio marítimo abundante en pesca. Por lo pronto, Chile está aceptando la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia lo que sería un primer paso a favor de la pretensión peruana
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4) José Rodríguez Elizond:, Diplomático, politólogo y periodista chileno que vivió exiliado en el Perú durante parte de la dictadura militar de Augusto Pinochet llegando ha laborar en la revista Caretas por muchos años.

5) "Veintisiete años después", relata Rodríguez Elizondo, "el general de Aviación Fernando Matthei (contó que) `cierto día' de 1974 dicha variable (de un ataque sorpresivo) fue analizada en el Estado Mayor de la Defensa Nacional, ante Pinochet y los miembros de la Junta original. Los expositores del Ejército aprobaban atacar por sorpresa; los de la Marina no estaban dispuestos, y él mismo, informando a nombre de su arma, fue rudamente disuasivo: `Puedo garantizar que los peruanos harían pedazos a la Fuerza Aérea de Chile durante los primeros cinco minutos de guerra' ". En 1999, el propio general Pinochet resumiría la situación como la veía en esos años: "Si Perú hubiera atacado entonces, habría llegado hasta Copiapó", anota Rodríguez Elizondo. (Revista Caretas, Edición 1826 del 3 de junio del 2004).

6) Pinochet: Perú se está armando. Perú está tratando de comprar un portaaviones británico por US$ 160 millones.** También está construyendo cuatro torpederas en Europa. Perú está quebrando el equilibrio de armas en el Pacífico Sur. Tiene 600 tanques de la Unión Soviética. Nosotros estamos haciendo lo que podemos para sostenernos en caso de una emergencia.
Kissinger: ¿Qué están haciendo?
Pinochet: Modificando armamento viejo, arreglando unidades descartadas. Somos un pueblo con energía. No tenemos indios.
Kissinger: Tengo entendido que Chile generalmente gana sus guerras.
Pinochet: Nunca hemos perdido una guerra. Somos un pueblo orgulloso.

7) El general Fernando Matthei, ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile y miembro de la Junta Militar entre 1977 y 1989, hace estas revelaciones en la extensa entrevista -realizada en julio del 1999 en el Centro de Investigación y documentación de la Universidad Finis Terrae.

8) El 6 de noviembre de 2005 Alberto Fujimori arriba a la ciudad de Santiago de Chile procedente de Japón con el propósito de permanecer temporalmente en Chile, como parte del proceso de retorno al Perú y cumplir con el compromiso adquirido con un importante sector del pueblo peruano que, según Fujimori, lo había convocado para que participe como candidato a la Presidencia de la República en los próximos comicios del 2006.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reseña de las relaciones con Chile esperando que la segunda parte recoja temas que no estàn en esta entrada.

Hay que refrescar la historia para recordar a las joyas de vecinos que tenemos al sur.

Sergio dijo...

Indio resentido no aceptas la superioridad de tus patrones chilenos.

PATRIOTA CHILENO dijo...

Ese cuento que los cholitos nos querían atacar en 1975 es verdad pero como siempre les faltaron los huevos que nos sobran a nosotros.

Aun con un ejercito inferior los chilenos los culeabamos a los cholitos por una cuestion de raza y unidad

DEBALZAQ dijo...

QUERIDOS SERGIO Y PATRIOTA CHILENO
UNAS PALABRAS DESDE FRANCIA:
ustedes deben respetar la palabra de los demas, es el principio basico de la libertad de expresion!
finalmente ya no estamos en epoca de los nazis o me equivoco??, se que muchos de ellos despues de la guerra se fueron por chile
a bientot!