El empate de locales, logrado sobre la hora ante Argentina, ha despertado una incomprensible euforia colectiva y un triunfalismo desmedido en la afición y el periodismo local. Si bien la espectacular corrida de Juan Manuel Vargas y la definición certera de Johan Fano en la última jugada del partido fueron dignas de aplauso, la verdad de los hechos es que Perú sigue penúltimo y, digámoslo con todas sus palabras, estamos"prácticamente" eliminados.
No alcanza la actitud mostrada por el equipo ante Argentina, la misma que debe ser reconocida como un cambio favorable, para lograr una clasificación. El sistema integral del fútbol peruano es el que ha colapsado y los dos últimos resultados positivos obtenidos no son más que morfina para paliar el dolor de un enfermo terminal y desahuciado.
No es posible aceptar que José del Solar siga llevando este proceso como si lo ocurrido en el escándalo del Hotel Golf Los Inkas no cuente para nada. Es como si Vásquez Bazán fuese nombrado ministro de Economía de este gobierno. Con qué autoridad podría ejercer el cargo.
Ahora, todos los ignorantes del fútbol tendrán motivos para seguir defenestrando contra Pizarro, Farfán y otros jugadores que tendrían que estar siempre en la selección. No son malos jugadores para nada, solo que el sistema (dirigentes, técnicos y prensa) los apañaba, los arropaba, los protegía, los consentía, los apapachaba en todos sus caprichos y excesos. Más se hablaba del peinado, del aire metrosexual, del carro del año, de la casa nueva de estos muchachos que de fútbol.
Solo se han ajustado algunas clavijas, no todas, y no nos queremos dar cuenta que pertenecemos al tercio inferior de Sudamérica no por falta de jugadores sino por culpa del sistema putrefacto que gobierna el fútbol (un Burga incólume y desfachatado aferrado irracionalmente al cargo y una Comisión mundialista a cargo de José Mallqui); pero también porque ese ambiente cercano a los jugadores mantiene aun a esos oscuros personajes que le hacen tanto daño (el Calidoso de Solano y la corte de amiguitos de unos y otros, hasta el colmo de permitir la presencia de brujos y chamanes en la puerta de la Videna).
Ni que decir de la prensa, que nos abruma con titulares engañosos y coberturas desproporcionadas con nuestra pobre realidad, más allá de ese sonsonete idiotizado de salir con camiseta peruana y micrófono en mano a preguntarle a la gente. ¿quién gana esta noche y con goles de quien? y los infaltables reportes a la familia de los jugadores que no hace otra cosa que marearlos y exponerlos muchas veces hasta el ridículo.
No nos engañemos ni exageremos. Somos penúltimos, somos uno de los 3 peores equipos del continente y les aseguro que es más posible que Sussy Díaz sea presidenta del Perú a que la selección se clasifique al mundial.
No alcanza la actitud mostrada por el equipo ante Argentina, la misma que debe ser reconocida como un cambio favorable, para lograr una clasificación. El sistema integral del fútbol peruano es el que ha colapsado y los dos últimos resultados positivos obtenidos no son más que morfina para paliar el dolor de un enfermo terminal y desahuciado.
No es posible aceptar que José del Solar siga llevando este proceso como si lo ocurrido en el escándalo del Hotel Golf Los Inkas no cuente para nada. Es como si Vásquez Bazán fuese nombrado ministro de Economía de este gobierno. Con qué autoridad podría ejercer el cargo.
Ahora, todos los ignorantes del fútbol tendrán motivos para seguir defenestrando contra Pizarro, Farfán y otros jugadores que tendrían que estar siempre en la selección. No son malos jugadores para nada, solo que el sistema (dirigentes, técnicos y prensa) los apañaba, los arropaba, los protegía, los consentía, los apapachaba en todos sus caprichos y excesos. Más se hablaba del peinado, del aire metrosexual, del carro del año, de la casa nueva de estos muchachos que de fútbol.
Solo se han ajustado algunas clavijas, no todas, y no nos queremos dar cuenta que pertenecemos al tercio inferior de Sudamérica no por falta de jugadores sino por culpa del sistema putrefacto que gobierna el fútbol (un Burga incólume y desfachatado aferrado irracionalmente al cargo y una Comisión mundialista a cargo de José Mallqui); pero también porque ese ambiente cercano a los jugadores mantiene aun a esos oscuros personajes que le hacen tanto daño (el Calidoso de Solano y la corte de amiguitos de unos y otros, hasta el colmo de permitir la presencia de brujos y chamanes en la puerta de la Videna).
Ni que decir de la prensa, que nos abruma con titulares engañosos y coberturas desproporcionadas con nuestra pobre realidad, más allá de ese sonsonete idiotizado de salir con camiseta peruana y micrófono en mano a preguntarle a la gente. ¿quién gana esta noche y con goles de quien? y los infaltables reportes a la familia de los jugadores que no hace otra cosa que marearlos y exponerlos muchas veces hasta el ridículo.
No nos engañemos ni exageremos. Somos penúltimos, somos uno de los 3 peores equipos del continente y les aseguro que es más posible que Sussy Díaz sea presidenta del Perú a que la selección se clasifique al mundial.
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